17 de mayo de 2011

Con nocturnidad y alevosía

Aparece de buena mañana la noticia de que la policía ha desalojado a los acampados en la Puerta del Sol desde la manfestación del domingo. La cosa es que lo han hecho a las 5 y media de la madrugada, una buena hora para que la gente no se entere de lo que pasa porque no hay casi nadie husmeando.

Se ve que quien ha ordenado este noble y glorioso hecho de armas (por llamarlo de alguna manera) ha pensado un poco y se ha dado cuenta de que desalojar por la fuerza a los acampados iba a dar mala imagen en estas fechas tan señaladas y tan cercanas a las elecciones, así que ha optado por la vía de la nocturnidad, premeditación y alevosía. No es nada nuevo, y sin hacer demasiada investigación se me vienen a la memoria dos hechos similares. Uno en Valladolid, cuando el ayuntamiento ordenó la tala de varios árboles centenarios (y protegidos) en Parque Alameda para construir viviendas. Siendo una acción ilegal, se hizo de madrugada, lejos de las miradas de curiosos y/o gente dispuesta a defender esos árboles. El resultado final fue el de siempre: se talaron los árboles y desde el ayuntamiento las típicas y humildes declaraciones del alcalde en la línea de "pues ahora ya está hecho y no hay vuelta atrás, y a ver quién es el guapo que pone una denuncia". Ole, ole y ole. El otro caso es más o menos lo mismo en Zaragoza, donde arramplaron con ciertas ruinas romanas cuando estaban restaurando un teatro romano. Se ve que esas otras ruinas no estaban previstas, y se habrían tenido que parar las obras hasta que se catalogasen y valorasen. Fue más fácil meter la excavadora.

Y en Madrid la misma historia. Dependiendo de las fuentes unas hablan de un desalojo más violento que otras, pero por lo menos muchos medios dan la noticia. Esperemos que esto les pase factura a quienes les tiene que pasar factura, y que haga que más gente reflexione sobre cuál es la situación con los políticos y qué va a pasar en las elecciones de este domingo.

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