17 de enero de 2012

Gescartera. Un nuevo y vergonzoso capítulo.

Pues sí, ayer salía en los papeles que se condena a Caja Madrid a que pague más de 12 millones de euros por su implicación en el caso Gescartera. Podría parecer una buena noticia, pero no lo es tanto...

Y no lo es porque una vez más estamos ante un extraño caso de condenas menguantes como el de José María del Nido, aderezado con sanciones desproporcionadamente pequeñas comparadas con el delito cometido. Pero antes de comentar lo que ha pasado con Caja Madrid, viajemos hasta el año 2001 (ahí es nada) para recordar qué pasó con Gercartera.


Gescartera era una empresa de servicios de inversión, y el nombre lo dice todo. Siendo una sociedad Gestora de Cartera sus funciones estaban más limitadas que las de una sociedad de valores, pero eso no impidió que liasen la que liaron. El chiringuito se fundó en 1992, y en 1999 ya vino el primer susto: la CNMV les cascó una multa de las buenas por negarse a ser inspeccionada. Curiosamente ese mismo año hubo "cleintes especiales" que invirtieron grandes cantidades de dinero en metálico, cosa que venía de perlas a esta peña, porque de alguna manera tenían que pagar los desorbitados intereses que ofrecían a sus clientes más antiguos. Estamos hablando de intereses del 16%...

Cuando uno ve esas cifras de rentabilidad se aparecen dos palabras en letras gigantes, brillantes y voladoras: Estafa piramidal. Si uno se siente guay también puede llamarlo Esquema Ponzi, pero quitar la palabra "estafa" parece que suaviza lo malo que es el asunto en realidad. Por cierto, contrariamente a lo que la gente cree, una estafa piramidal no se alimenta de dinero no... se alimenta de avaricia y estupidez combinadas.

Volviendo a Gescartera, a veces se realizaban operaciones suicida para poder pagar los brutales intereses prometidos. El objetivo era captar nuevos inversores que introdujesen mucha tela en metálico, así que llegaron a ofrecer intereses del... ¡300%! ¡ESPARTAAAAAA! Qué cojones, ya sabían que eso iba a petar, pero hubo imbéciles que picaron como merluzos. Como todos en España somos "mu listos", el que invirtió ahí pensaba en la línea de: "Hostia, yo cobro intereses del 300% y el banco no me da na más que el 2%. Qué listo que soy, más que nadie".

Siguiendo con la cronología del asunto, en junio de 2000 la CNMV autorizó a Gescartera a convertirse en agencia de valores, con menos limitaciones en las operaciones que podía realizar. Lo jodido es que en ese momento el pufo ya estaba montado y bien montado, y la CNMV no sólo lo permitió, sino que encima les dejó vía libre. Y eso que les habían cascado un multazo hacía no demasiado...

El hostión llegó el 14 de junio de 2001, cuando la CNMV interviene Gescartera. En este momento los "ahorradores" se cagaron de miedo. ¿Qué iba a pasar con sus einnncreibles intereses? Y ya no digamos los que entraron al final, con las promesas del 300% de interés y todo eso... ¿Dónde había ido su dinero? Respuesta: a la talega de los que SIEMPRE cobraron los intereses, es decir, los que montaron el chiringuito. Una estafa piramidal de libro, señores. Y la gente picaba, vaya que sí. El arzobispado de Valladolid la cagó bien cagada, esa sí que fue sonada. La puta avaricia de los que predican la santidad, me jodo yo...

¿Qué hizo el arzobispado de Valladolid? En total invirtió más de 1000 millones de pesetas en su momento, con una teórica rentabilidad "sólo" del 10%. Fíjate tú que parece ser que sólo sacaron al final 15 millones de beneficio, que es más un 1.5% que un 10%... Aquí los detalles. Ellos dicen que sacaron la pasta en 1999 cuando la CNMV les dio el primer sustillo. Pero hete aquí que es mentira podrida, porque cuando Gescartera pegó el pedo el arzobispado tenía ahí metidos 25 milloncejos de pesetas, de los que recuperó poco más de 3. Avarientos, mentirosos, todo lo que se les diga es poco...

El agujero de gescartera finalmente fue de 15.578 millones de pesetas, cerca de 94 millones de euros. ¿Los "inversores" (aka listos) perdieron todo su dinero? No padre, porque el estado pagó partre del pufo. Es decir, que unos espabilaos engañan a una panda de imbéciles con dinero y la cagada la pagamos todos. Otra más a añadir a la cuenta, como Forum-Afinsa o Riverduero. Espera... Todas son de aquí, de Valladolid... ¿Coincidencia? ¿Casualidad? No, choriceo gilipollesco typical ehpañó.

Luego está el tema de las sentencias. Para empezar el juicio empezó 6 años después, en septiembre de 2007, y al cabecilla del chiringuito, Antonio Camacho, fue al trullo. Pero mira tú por donde, estafar 94 millones de euros conlleva como sanción una fianza de 300.000 euros, porque los 3 años de prisión preventiva que se ha chupado no forman parte de la condena. Trincas 94 millones y devuelves 300.000, un negocio que te cagas, oye.

Y así llegamos a la noticia que nos ocupa en estos momentos, que Caja Madrid tiene que pagar por su implicación en el asunto. Han pasado otros pocos añitos, y por fin con la llegada de 2012 les cae un paquete de 12 millones. Por lo menos es mucho más que lo que pagó Camacho, pero aun así está muy lejos de la cantidad trincada. Y yo me pregunto... ¿Qué sentido tiene que la sanción sea una pequeña parte de lo que han trincado? ¿Por qué no se obliga primero a la restitución íntegra de todo lo que ha desaparecido y luego de regalo te cascan la multa? Ah, que la ley no contempla sanciones mayores... ¿Y quién ha hecho esas leyes? Adivinad. Gente a quienes no interesa que se les pueda caer el pelo si les pillan robando o montando pufos varios, gente con dinero, gente asentada en posiciones privilegiadas... Eso es, lo habéis adivinado. Hablo de los... ¡Peones camineros!

Pero bueno, en caso de que Caja Madrid (ahora parte de Bankia) pete (cosa que puede pasar), ¿a que no sabéis quién va a pagar los 12 millones? ¡Papá estado! ¡El FROB es algo maravilloso! ¡Sólo ahí ya van 9.000 millones de euros a cuenta del estado!

No sé por qué, pero tengo la sensación de que al final esta la vamos a pagar los de siempre...

No hay comentarios: