16 de febrero de 2011

40 años (o más) con el uranio a cuestas

Todo el mundo sabe que hoy se ha aprobado la Ley Sinde, hasta un servidor se dio cuenta...

Pero no acaba ahí la cosa. La Ley Sinde está dentro de la Ley de Economía Sostenible, un tochaco que cubre básicamente todo lo cubrible, y visto lo visto sin mucho acierto. Un aspecto interesante y que va a generar mucho debate es la eliminación del límite de 40 años en la vida útil de las centrales nucleares.

Con la energía nuclear la polémica está servida. Hay una enorme oposición al tema, por los peligros que puede tener una central en las cercanías. Es muy comprensible, ya que todo el mundo tiene en mente lo que pasó en Chernobyl. Las centrales nucleares tienen fugas, y la radiación es de todo menos buena para nuestro cuerpecito serrano. Y además en España oficialmente estamos "en contra" de la energía nuclear. El PSOE puso una moratoria en los años 80, con lo que las centrales de Lemóniz y Valdecaballeros quedaron inacabadas, se cancelaron otros 4 proyectos con 6 reacotres y se impedía la construcción de nuevas centrales. No fuimos los únicos, en Italia también se declaró una moratoria y al final quitaron todas las centrales.

En España tenemos 6 centrales con 8 reactores activos. Hasta la fecha se han cerrado 2 centrales, Zorita porque ya le tocaba la jubilación y Vandellós I después de un incendio que hacía que fuese más rentable cargársela que repararla. Las centrales que tenemos tampoco es que sean tecnología punta. De hecho Garoña lleva 42 años en activo, con un reactor BWR que al menos es muy fiable. Pero no dejan de ser 42 añazos. El resto de reactores son PWR´s, excepto el de Cofrentes que es otro BWR de una generación posterior al de Garoña. El reactor más avanzado que tenemos es el de Trillo, con un PWR de 1982 (empezó a funcionar en 1988).

El problema es que estamos utilizando tecnología de hace casi 30 años y la queremos seguir prorrogando. España es un referente mundial en parcheo de centrales nucleares. Al menos es algo que se hace bien, ya que comparados con otros países mantenemos nuestras centrales en un estado bastante decente y además se ha conseguido obtener más potencia de los reactores. Vamos, que estamos aprovechando al máximo los recursos.

Pero también está lo malo. Seamos realistas, hay incidentes de seguridad a diario. En general no son nada, pero hay un buen taco de ellos que sí lo son, como la cagada de Ascó de 2007. Además nuestras centrales no son nuevas, y nuestra ley no permite trastear mucho con ellas. De hecho no se puede construir un reactor nuevo en una central ya existente.

Personalmente creo que la energía nuclear es una opción siempre y cuando se hagan bien las cosas. El problema es que no me fío ni un pelo de cómo se pueda llevar el tema, porque de primeras haría falta una inversion BRUTAL, de segundas mínimo 10 años hasta que la cosa empiece a funcionar y para rematar un mantenimiento bastante caro. Eso sí, tendríamos más energía, y, con matices (en la cabeza no, que estoy estudiando), no tan contaminante como las térmicas de carbón. Seguramente mates a más gente con una térmica de carbón (o con una mina) que con una nuclear en buen estado.

Otro problema es el almacenamiento de residuos. De momento en España no tenemos nada para los residuos calentitos recién salidos de las centrales, así que los guardamos en las propias centrales en una piscina hasta que ésta se llena. Y se está llenando. La de Garoña no, porque ya está llena. Entonces lo que se hace es mandarlos fuera, aunque con vuelta, y en caso do no poder hacernos cargo de ellos nos comeremos unas preciosas multas de hasta 60.000 eurazos al día. Aquí hay más detalles, y trae la polémica del ATC, cementerio nuclear para los amigos. En realidad la idea no es tan mala... es PEOR. Una central es más segura que un almacén central de residuos de alta actividad, pero según están las cosas parece bastante necesario.

Todo esto es ver el tema muy por encima. Como digo, aquí hay carnaza para discutir mucho, pero lo que ahora nos interesa es la decisión de dejar la puerta abierta a un posible aumento de la vida de las centrales nucleares por encima de 40 castañas. Yo creo que no debería hacerse, y si se quieren hacer las cosas, que se hagan bien. Al final los parches sólo retrasan lo inevitable, y es que nos veremos en bragas. Lo malo es que por el camino esperemos que no reviente ninguna tubería y no se sigan agrietando las vasijas de los reactores.

Al menos Garoña no podrá ser prorrogada, lo que es una decisión bastante razonable, pero el problema es que no tnemos con qué enfrentarnos al eventual cierre de nuestras centrales nucleares. Es un problema muy complejo y las decisiones son jodidas, pero para eso se supone que estamos en un estado democrático y se puede razonar con todo el mundo.

Oh... Bueno, eso... Razonar... Si no siempre podremos decir que hemos ganado el mundial de fúrbol.

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